..otro punto de vista.
Publicado en aLGuieN.. el 30 de Enero, 2011, 23:04 por -SaLeM-
Cuantas batallas habré librado con todas las sillas que había por mi casa por poder mirar lo que había encima de la mesa, por mirar debajo de la mesita del salón. Mi curiosidad siempre fue observar cada rincón de la casa, buscando la morada de las pelusas y las canicas que dejaba olvidadas por cualquier parte. Recuerdo que en alguna ocasión me habían avisado de la existencia de un hombre que raptaba a los niños metiendolos en un saco, aunque después respiré aliviado saiendo que tal ser vil no existía, que solo eran leyendas para asustar a los niños para que se portaran bien. Mi peligro era otro, un hombre demacrado, con un guante lleno de cuchillas y un jersey a rallas, un tal ‘Freddy Krueger’. Mi prima O. ya me puso por aquel entonces en sobreaviso de lo que era capaz, incluso enseñandome una y otra vez videos suyos haciendo mil y una atrocidades.. Creo que desde entonces no he vuelto a dormir desarropado y con la puerta abierta, los que me conocen saben bien de lo que hablo.. La hora del baño era toda una clase de arte, una declaración de intenciones. El agua caliente salía, y con ella el vapor que empañaba los espejos. Era un enorme placer dibujar a mi hermano P., hacerle entender que era un ‘capullo’ y de paso hacer apología a mi idiotez particular con una clase de motes de lo más original. Los gritos de mamá pesaban más que cualquier coscorrón -De los que jamás he recibido, aunque he visto de cerca- cuando descubría nuestras dotes artísticas. En la calle la vida era muy distinta. No teníamos problemas de coexistencia con el mundo exterior, andábamos más pendientes de las collejas y de donde escondernos para volver locos a los demás. La bici era nuestro medio de transporte eficaz y nuestra forma de hacernos más hombres a base de caidas, de cicatrices y chorretones de sangre en las rodillas. Creo que por aquel entonces nosotros éramos una órbita gravitacional, en la que todo giraba a nuestro alrededor, sin planetas, ni sondas Voyager. Los años no pasan en falso.. y nos fuimos haciendo mayores. Ya ves.. Ahora lo último que quiero mirar és la barra americana que tengo en el salón, no quiero darme cuenta que tus llaves no reposan junto a las de mi coche. Tuve que eliminar en cada esquina y rincón todo aquello que pueda recordarme a ti, para que Rosendo no me recuerde oliendo por toda la casa que no te encuentra. Ya no olvido tan facilmente mis ‘miserias’ por ahí, ahora simplemente prefiero guardarlos en el cajón del escritorio, donde reposa una servilleta con una enredadera de color verde y un ‘Te quiero, tontaco’ que olvidaste alguna vez encima de la encimera. Ahora quizás me da más miedo dormir y soñar contigo que ese ser extraño al que llaman ‘Zapatero’ y nos repite una y otra vez que ‘todo va bien’. Las cuchillas que me hacen estremecer son las del recuerdo en el corazón de que claváste en Tuenti cuando supe que no volvería a verte, que querías esconderte y asestarme el último golpe. Creeme.. he comprado sábanas y colcha nuevas porque el olor a ti ya és lo de menos, ahora lo que me aterra és recordarte tumbada sobre mis sábanas rojas. Los viernes me afeito con la puerta cerrada, prefiero tener algo más de intimidad frente al espejo. Ya no te espero apoyada en la puerta, robandole a mis brazos besos discretos y a mi espalda abrazos con sonrisa y pelos en el hombro incluidos. Ahora los botes de espuma ya me duran un poco más, desde que no te mancho la nariz.. La bañera no era lo suficientemente grande para los dos, aunque siempre soñamos con podernos bañar juntos alguna vez. ¿Sabes..? Creo que deberías probar unas sales de baño con olor a piruleta que venden en el Mercadona, aquellas con las que alguna vez pensé inducirte junto a las velas aromáticas que siempre parabas a mirar y jurabas que algun día tendrías. Sin duda, son geniales.. pero me saben a vacío. Todos los días salgo disfrazado con ropa ajustada diciendoles a los demás que voy a entrenar al parque, pero no és así.. no del todo. Intento perseguir mis sueños, los veo hacerme burla por la ventana y esconderse furtivamente.. y cuando corro tras de ellos me doblan en cada esquina, se pierden detrás de cualquier arbol. Persigo aquellos sueños que no te has llevado. Creo que las gafas de sol me aislan un poco del mundo exterior, hacen que nadie se fije que de vez en cuando me brillan los ojos. Que ahora busco el fondo del bolsillo en vez de tu mano. Sin duda, creo que no he cambiado en absoluto. Veintitantos años después y aún sigo siendo un niño estúpido, soñador y con sueños difíciles. Antes soñaba con el chocolate dulce del bollicao y se me hacía la boca agua. Ahora sueño con tus laios y se resquebraja mi corazón por una esquina distinta a la anterior. ..antes llamaba a S. para poner cualquier
excusa y acabar jugando con él a la videoconsola. |